miércoles, 9 de abril de 2014

Más vale magua que dolor




Se trata de un decir en la línea constructiva del refrán castellano "Más vale pan con amor que gallina con dolor", que sentencia la preferencia de una vida humilde, pero tranquila y llena de amor, a una vida con riquezas que no se pueden disfrutar por ser causa de disgustos o por estar ausente el amor. En las islas el uso del canarismo "magua" y su comparación con el "dolor" va más allá de la relación sentimental de la pareja, y profundiza en las venturas y desventuras en cualquier escenario de su vida.

Así utiliza la preferencia de la "magua" sobre cualquiera otra situación irremediable y concluyente que le pueda hundir en el dolor, y la utiliza tanto en el ámbito económico, laboral y social, como en el personal referido a sí mismo o a los seres queridos. Y ¿qué es la magua?  

Los hermanos Millares Cubas en el léxico de Gran Canaria recogen en su entrada una amplia información de interés:

«MAGUA.—De origen galaico-portugués, este precioso vocablo no significa en Gran Canaria exactamente lo mismo que en las regiones occidentales de la Península.

Aquí magua es desconsuelo, lástima que nos queda de haber perdido o de no haber logrado alguna cosa. Quizá su mejor equivalente haya de buscarse en el Quedarse maguado: sentir la pena, el desconsuelo de no haber conseguido el objeto de nuestras aspiraciones.
— ¿Por qué no compró la finca, cristiano?
— Por una diferencia de mil pesos. ¡Qué magua me quedó!

Esta es la ocasión de mentar el refrán canario, Más vale magua que dolor.

Entre la aflicción pasajera que produce la pérdida de lo que erróneamente consideramos bueno y amable y la negra pesadumbre que entenebrece para siempre la vida, no hay que vacilar. Lloremos ahora para no llorar mañana. La niña ha despedido al novio indigno de ella. Ha tenido que tirar con fuerza de una fibra del corazón y llora.

La madre le dice:
— Consuélese mi niña.
Más vale magua que dolor».

Pancho Guerra recoge también nuestro decir con su significación en el lenguaje coloquial: «más vale magua que dolor = es mejor curar en salud».

Alguien podría situar erróneamente el origen del canarismo en la América prehispánica, donde se conservan algunos topónimos relacionados con la misma palabra o derivados, llevado posiblemente por la histórica relación que con ella mantuvieron las islas. Como bien apuntan los Millares Cubas, es otra de las tantas herencias galaico-portugués, concretamente de la palabra "magóa", que para el gallego tiene el significado de "lástima" y para el portugués de "daño", términos próximos al significado que para el canarismo nos aporta la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA:

«magua. 1. f. Pena, lástima, desconsuelo por la falta, pérdida o añoranza de algo, o por no haber hecho una cosa que hubiera redundado en beneficio propio. En algunas islas se usa más en plural. 'Le quedó magua de no haber ido a la fiesta, pero no pudo porque tenía a los niños agripados'.

El mismo diccionario de canarismos nos incluye el adjetivo derivado de la anterior: « maguado, da. 1. adj. Occ.  Que siente magua. 'Al hombre le hacía mucha ilusión ir a pescar en barco, y se quedó maguado cuando le dijeron que no podían salir'».

Los significados dados hasta aquí, corresponden a la acepción que a la "magua" da el canario estante en las islas, pero hay otra acepción muy distinta y de mucha mayor amplitud sentimental para el canario no estante en las islas, para uno de esos tantos canarios que emigraron a lo largo de la historia para obtener el sustento de la familia.

Nos lo recuerda Pancho Guerra en sus Memorias de Pepe Monagas cuando relata «El desafío acabó con un sancocho de los más sonados con que el isleño ausente le haya puesto alivios a la magüa de su tierra chiquita y lejana».

La "magua" es para el emigrante canario de igual significado coloquial que esa otra palabra, también de origen gallego portugués, recogida por el DRAE: «morriña. (de morrinha). 1. f. Tristeza o melancolía, especialmente la nostalgia de la tierra natal».

Es oportuno traer a colación esa ponencia que trata del sentimiento de los poetas canarios emigrados que desde su inicio afirma «Pareciera ser –prevalece esa aseveración entre las distintas opiniones de los estudiosos de la creación poética de los autores canarios emigrados a la isla de Cuba– que la nostalgia o “la magua” es el tema central y capital en torno al cual gira la motivación de sus composiciones poéticas» (CABRERA, J.: "Modelos recurrentes en la obra de los poetas canarios emigrados a Cuba", XVI Coloquio de Historia Canario-Americana, 2004).

Después de un amplio y detallado estudio de la temática poética, termina su autor por concluir: «De todo lo anteriormente expuesto se desprende que, aun entendiendo que, efectivamente, la nostalgia de las islas dejadas atrás, la magua por la tierra de nacimiento que se abandona, la incertidumbre por no saber qué se puede encontrar al arribar en tierra extraña y distinta, la desazón o el miedo, incluso, que esa situación nueva debe provocar, no sólo en los poetas, escritores y artistas sino en el emigrante en general, puede concluirse, sin temor a errar, que fue en la mayor de las medidas, la salutación y la alabanza, el ensimismamiento y la mímesis en/por la tierra de acogida, lo que ponderó en los poetas canarios emigrados a tierras cubanas.

Ese nuevo estado, ese nuevo descubrimiento, esa cercanía definitiva que aquellas tierras, aquel paisaje, su memoria produjo en la mayoría de los poetas que, salidos de Canarias y a la aventura, decidieron buscar fortuna y acogida en la mayor tierra de promisión que la emigración canaria, en general, ha conocido a lo largo de toda su historia, eso es lo que prevalece».

Canarias me está llamando
con grandes y terribles voces
yo le digo a Canarias, que
Cuba ya me conoce.

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